Emprendedores de la nueva era
¡TOMA RIESGOS!
La mayoría de los emprendedores modernos son «tomadores de riesgos», es decir, que son capaces de poner en peligro su estabilidad económica para sacar su proyecto adelante. Gracias a este tipo de pensamientos es que muchos logran materializar grandes ideas, aunque nunca es recomendable arriesgarse en exceso,pero si tomar esas atribuciones que con una buena idea y organización logran el éxito.
Estos arriesgan más, pero trabajan menos, ya que estudios revelan que en 7 de cada 10 países entrevistados, el emprendedor moderno está dedicando menos horas al trabajo. Aunque no se tarde un cambio exagerado (pasaron de 40 a 38 horas), si revela que estos buscan enfocarse en calidad y no tanto en cantidad.Con tan solo una idea ingeniosa cualquiera puede hacerse multimillonario.
A diferencia de los emprendedores del pasado, estos siente que la política (tanto interna como externa) es responsable en gran medida de los problemas a los que se enfrentan. Del mismo modo, aseguran que las políticas públicas hacen poco por favorecer el desarrollo empresarial de sus respectivos países.
Estos emprendedores coinciden en una serie de características importantes, tales como:
- En su mayoría tienen gran confianza en sus proyectos
- Se guían por sus modelos a seguir (no se inspiran a sí mismos)
- Sienten que la educación ya no es necesaria
- Prefieren trabajar por su cuenta así la empresa sea pequeña
- Buscan más tiempo libre.
Aunque se hable de una «gran mayoría» en el mundo del emprendimiento, estas características no son las únicas, ya que las iniciativas emprendedoras también nacen, en muchas ocasiones, de personas que se salen de este perfil. No formar parte de esta demografía no coarta la posibilidad de emprender.
te mostramos a continuación los emprendedores que se han hecho multimillonario con sus ideas ingeniosas
Steve Jobs y Apple: probablemente, entre sus principales características se pueda destacar un carácter a la vez visionario e inspirador. Jobs es el emprendedor por excelencia, quizá el mejor de su época, sobre todo si atendemos a los resultados de su genial esfuerzo. Apple, originada en un garaje hogareño, es hoy la marca más importante del mundo. Nunca creyó en la necesidad de investigar el mercado: “¿Acaso Alexander Graham Bell hizo una investigación de mercado antes inventar el teléfono?”, señaló alguna vez al periodismo.
Bill Gates y Microsoft: su mente, una de las más brillantes en la historia de los negocios, ideo y desarrolló nada menos que el revolucionario concepto de ordenador personal. Hoy, dueño de una de las fortunas más grandes del planeta, se erige como un gran filántropo, colaborando en tareas de suma responsabilidad social, como salud y educación pública, brindando soporte económico, pero sobre todo estratégico, en diversos proyectos mundiales.
Jeff Bezos y Amazon: sin lugar a dudas, el hombre que revolucionó las compras online. Su emprendimiento comenzó poco después de atender el consejo de su entonces, jefe en Nueva York. Entonces, Bezos se trasladó hasta Seattle, en donde puso a funcionar su compañía de comercio electrónico, pionera en aquel momento y, hoy, la más grande del mundo.
Larry Page – Serguéi Brin y Google: a partir de la genial idea de proponer una pantalla simple y clara para realizar búsquedas en Internet, esta dupla creó el buscador más exitoso de todos los tiempos, con más de 2.500 millones de búsquedas diarias en todo el mundo. Con el desarrollo de múltiples productos tecnológicos, desde aplicaciones web, hasta herramientas de conectividad móvil, Google es hoy muchísimo más que un buscador; es, de hecho, una de las más poderosas empresas sobre la Tierra.
Mark Zuckerberg y Facebook: el fundador de la red social más grande de la historia contaba con apenas 28 años, cuando logró cotizar a su empresa en el mercado con una oferta pública inicial que superó cualquier expectativa previa. Más allá de los números, Facebook cambió el modo de socializar entre las personas, interactuando cotidianamente más allá de las fronteras geográficas o físicas, lo que, por supuesto, repercutió en la manera de hacer negocios. Existen quienes comparan la irrupción de esta plataforma social con la revolución industrial moderna.